Noche
Eran las tres de la mañana, el sonido fuerte del impacto contra la ventana me despertó. Abrí mis ojos, pero todo seguía oscuro. Encendí la lámpara de cerámica que había en la mesa de luz. La habitación, ahora iluminada, tenia mi cama en el medio, el placard en una esquina con las puertas abiertas, mis libros en el piso, sobre la alfombra que me había regalado la abuela. La puerta que separaba mi habitación del resto de la casa estaba cerrada. Miré hacia la izquierda, luego a la derecha, confirmé que solo había sido el viento, me dormí. Eran las tres y quince, tiraron algo contra la puerta, me senté rápidamente y prendí la luz, pero no había nada, sin embrago algo había cambiado. No sé qué era, mis libros seguían ahí, al igual que la alfombra mi ropa, entonces abrí el cajón de la mesita para ver si mi reloj seguía ahí, y sí, ahí estaba. Miré hacia la derecha y luego a la izquierda, nuevamente, y me dormí. Eran las tres y media, y me gritaron fuerte en mi cara ¡No ...